Vómito (niños)
El vómito es un síntoma común en los niños que puede tener diferentes causas. La causa más común es una infección viral. Entre otras causas, se encuentran la acidez y las enfermedades comunes, como los resfriados o las infecciones de los oídos.
A menudo los vómitos en los niños pequeños pueden tratarse en la casa. Por lo general, el proveedor de atención médica no recetará medicamentos para evitar los vómitos, salvo que los síntomas sean fuertes. El principal peligro del vómito es la deshidratación. Esto significa que su bebé podría perder demasiada agua y minerales. Para prevenir la deshidratación, deberá darle al niño una solución de rehidratación oral para reponer sus líquidos corporales. Esta se puede obtener en la mayoría de farmacias y supermercados sin necesidad de receta médica. Pregunte al proveedor de su hijo qué producto es el más adecuado para el niño.
Cuidados en el hogar
El primer paso para tratar el vómito y evitar la deshidratación es darle al niño pequeñas cantidades de líquidos a intervalos frecuentes. Siga las instrucciones que le dé el proveedor de atención médica del niño. A continuación se describe uno de los métodos:
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Comience a darle la solución de rehidratación oral. Dele de 1 a 2 cucharaditas (de 5 a 10 ml) cada 1 a 2 minutos. Aunque su hijo vomite, siga dándole la solución tal como se indica, ya que el niño igualmente absorberá parte del líquido.
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Cuando el vómito disminuya, dele mayor cantidad de la solución a intervalos más prolongados. Siga haciendo esto hasta que el niño comience a orinar y ya no sienta tanta sed (no demuestre tanto interés por beber). No le dé agua común, leche, fórmula, bebidas deportivas ni otros líquidos hasta que deje de vomitar.
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Si el vómito frecuente persiste durante más de 2 horas, llame a su proveedor de atención médica.
Es posible que su hijo esté sediento y quiera beber más rápido. Pero, si tiene vómitos, dele solamente líquidos con la frecuencia indicada. Tener demasiado líquido en el estómago puede provocarle más vómito.
Siga estas pautas para el cuidado continuado de su hijo:
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Después de 2 horas sin vómitos, dele pequeñas cantidades de fórmula reforzada, trocitos de hielo, caldo u otros líquidos. No le dé gaseosas, jugos endulzados ni bebidas deportivas. Aumente la cantidad según lo que el niño pueda tolerar.
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Después de 24 horas sin vómitos, vuelva a darle alimentos sólidos. Estos incluyen cereal de arroz, otros cereales, avena, pan, fideos, zanahorias, puré de bananas, puré de papas, arroz, compota de manzanas, tostadas secas, galletas saladas, sopas con arroz o fideos y verduras cocidas. Dele todos los líquidos que el niño pida. Vuelva a la dieta normal lentamente.
Nota: Es posible que algunos niños tengan intolerancia a la lactosa presente en la leche o la fórmula, lo que puede empeorar los síntomas. Si eso sucede, emplee la solución de rehidratación oral en lugar de darle leche o fórmula mientras el niño tenga esta enfermedad.
Visitas de control
Programe una visita de control con el proveedor de atención médica de su hijo según lo que se le haya indicado. Si le hicieron pruebas, le informarán los resultados cuando estén listos. En algunos casos puede requerirse tratamiento adicional.
Cuándo buscar atención médica
Llame al proveedor de atención médica inmediatamente si su hijo presenta algo de lo siguiente:
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Tiene fiebre (consulte “La fiebre y los niños”, a continuación).
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Sigue vomitando después de las primeras 2 horas de tomar solo líquidos.
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Sigue vomitando durante más de 24 horas.
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Tiene sangre en el vómito o en las heces.
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Tiene distensión abdominal o señales de dolor de estómago.
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Tiene orina oscura o no orina durante 8 horas, no tiene lágrimas al llorar, tiene los ojos hundidos o la boca seca.
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No deja de estar inquieto o llora sin poder calmarse.
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Presenta un nuevo sarpullido.
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Tiene dolor de cabeza que no desaparece.
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Tiene dolor abdominal que persiste o empeora.
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Tiene síntomas que empeoran o síntomas nuevos.
Cuándo llamar al 911
Llame al 911 si al niño le ocurre lo siguiente:
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Tiene dificultad para respirar.
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Está muy confundido.
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Está muy somnoliento o tiene dificultad para despertarse.
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Se desmaya (pierde el conocimiento).
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Su frecuencia cardíaca es más rápida de lo normal.
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El vómito es de color amarillo o verde.
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Tiene grandes cantidades de sangre en el vómito o en las heces.
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Está vomitando violentamente (vómito explosivo).
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Tiene convulsiones.
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Tiene el cuello rígido.
La fiebre y los niños
Use un termómetro digital para tomar la temperatura de su hijo. No use un termómetro de mercurio. Hay termómetros digitales de distintos tipos y para usos diferentes. Entre ellos, se encuentran los siguientes:
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En el recto (rectal). En los niños de menos de 3 años, la temperatura rectal es la más precisa.
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En la frente (lóbulo temporal). Sirve para niños de 3 meses en adelante. Si un niño de menos de 3 meses tiene signos de estar enfermo, este tipo de termómetro se puede usar para una primera medición. Es posible que el proveedor quiera confirmar la fiebre tomando la temperatura en el recto.
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En el oído (timpánica). La temperatura en el oído es precisa a partir de los 6 meses de edad, no antes.
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En la axila. Este es el método menos confiable, pero se puede usar para una primera medición a fin de revisar a un niño de cualquier edad que tiene signos de estar enfermo. Es posible que el proveedor quiera confirmar la fiebre tomando la temperatura en el recto.
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En la boca (oral). No use el termómetro en la boca de su hijo hasta que tenga al menos 4 años.
Use el termómetro rectal con cuidado. Siga las instrucciones del fabricante del producto para usarlo adecuadamente. Colóquelo con cuidado. Etiquételo y asegúrese de no usarlo en la boca. Podría transmitir microbios de las heces. Si no se siente cómodo usando un termómetro rectal, pregunte al proveedor de atención médica qué otro tipo puede usar. Cuando hable con el proveedor de atención médica de la fiebre de su hijo, infórmele qué tipo de termómetro usó.
A continuación hay valores de referencia que lo ayudarán a saber si su hijo tiene fiebre. Es posible que el proveedor de atención médica de su hijo le dé valores diferentes. Siga las instrucciones específicas que le dé su proveedor.
Medición de temperatura en un bebé menor de 3 meses:
Medición de temperatura en un niño de 3 a 36 meses (3 años):
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En el recto, la frente o el oído: 102 °F (38.9 °C) o más alta
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En la axila: 101 °F (38.3 °C) o más alta
Llame al proveedor de atención médica en los siguientes casos:
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Picos de fiebre reiterados de 104 °F (40 °C) o superior en un niño de cualquier edad
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Fiebre de 100.4 °F (38 °C) o superior en un bebé de menos de 3 meses
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Fiebre que dura más de 24 horas en un niño menor de 2 años
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Fiebre que dura 3 días en un niño de 2 años o más